Hola amigos



En este espacio diré algunas cosas mías y ustedes después de leerlas o escucharlas, pueden comentarlas. Es un lindo modo de lenguajear. Un abrazo. Néstor Soria


miércoles, 12 de octubre de 2011


NI DESCUBRIMIENTO NI ENCUENTRO.
                                             LATROCINIO Y ASESINATO

                                                                         
                                                                                                     
                                                                 Néstor Soria  
                                                          Tucumán - Argentina


Ya pasaron 519 años y como decía mi abuelo: ‘El poncho no aparece’. No hay una voz que en siglo XXI se alce para confesar los delitos. Sí, los delitos de saqueo, de destrucción moral, física y material, de sometimiento, y el que es peor, el de homicidio.

 ¿Descubrimiento? Cómo descubrir lo que ya existe.
Resulta que quienes sostienen ese sofisma luego afirman que fue el encuentro de dos mundos. En qué quedamos. Además encuentro es el acercamiento entre dos partes, no el que una de ellas avasalle a la otra.
Esta lado sur del continente ya estaba conformada, en 1492, por etos milenarios. En la diversidad de rasgos culturales que la región contenía, los dioses propios, no prestados, regían armónicamente la vida: Alopa Char - dios de los cielos Maya, Quiché y Chorti-; Wiracocha - el Ripa Yupanqui de los peruanos-; Pachamama - ordenadora del cosmos-. Y muchos más. Todos derribados; reemplazados por un libro donde nadie, de esta región del mundo, pudo escuchar la voz de un dios. ‘Dios de bondad’ dicta un salmo elevado a Cristo. Cristo fieramente usado por saqueadores y deliberados homicidas.

 A LA TIERRA MANCILLADA 

Tierra mía. Colón, Puerto de Palos,
arribando a tu Edén de playas castas.
Cargamento de pestes y de ratas,
marinero con rumbo equivocado.

Carabelas con curas y soldados
destruyendo tus dioses y tus lanzas.
Asesino arcabuz cargando a ultranza
contra el noble señor de tus reinados.

                   Tierra mía, violada en tus doncellas
sobre piras humeantes, sobre escombros,
no habrá siglos que mengüen el asombro
ni habrá reyes que eviten tus querellas.

Aquel sino de sangre ¡Tierra Amada!        
y un olor como a muerte por octubre,
son cadáveres que la historia pudre
insepultos, testigos de la infamia.

El Callao, Potosí, mis rotos valles,
el Aymara, el Kakan, el Kejchua sabio,
que propaguen al mundo tanto escarnio
¡Que la América India no se calle!
   
                                                                Néstor Soria

          Por un 12 de octubre con memoria y reclamos de justicia.


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