NI DESCUBRIMIENTO NI ENCUENTRO.
LATROCINIO
Y ASESINATO
Néstor Soria
Tucumán - Argentina
Ya
pasaron 519 años y como decía mi abuelo: ‘El poncho no aparece’. No hay una voz
que en siglo XXI se alce para confesar los delitos. Sí, los delitos de saqueo,
de destrucción moral, física y material, de sometimiento, y el que es peor, el
de homicidio.
¿Descubrimiento? Cómo descubrir lo que ya
existe.
Resulta que quienes sostienen
ese sofisma luego afirman que fue el encuentro de dos mundos. En qué quedamos.
Además encuentro es el acercamiento entre dos partes, no el que una de ellas
avasalle a la otra.
Esta lado sur del continente ya
estaba conformada, en 1492, por etos milenarios. En la diversidad de rasgos
culturales que la región contenía, los dioses propios, no prestados, regían
armónicamente la vida: Alopa Char - dios de los cielos Maya, Quiché y Chorti-;
Wiracocha - el Ripa Yupanqui de los peruanos-; Pachamama - ordenadora del
cosmos-. Y muchos más. Todos derribados; reemplazados por un libro donde nadie,
de esta región del mundo, pudo escuchar la voz de un dios. ‘Dios de bondad’
dicta un salmo elevado a Cristo. Cristo fieramente usado por saqueadores y
deliberados homicidas.
A LA TIERRA MANCILLADA
Tierra
mía. Colón, Puerto de Palos,
arribando
a tu Edén de playas castas.
Cargamento
de pestes y de ratas,
marinero
con rumbo equivocado.
Carabelas
con curas y soldados
destruyendo
tus dioses y tus lanzas.
Asesino
arcabuz cargando a ultranza
contra
el noble señor de tus reinados.
Tierra mía, violada en tus
doncellas
sobre
piras humeantes, sobre escombros,
no
habrá siglos que mengüen el asombro
ni
habrá reyes que eviten tus querellas.
Aquel
sino de sangre ¡Tierra Amada!
y un
olor como a muerte por octubre,
son
cadáveres que la historia pudre
insepultos,
testigos de la infamia.
El
Callao, Potosí, mis rotos valles,
el
Aymara, el Kakan, el Kejchua sabio,
que
propaguen al mundo tanto escarnio
¡Que
la América India no se calle!
Néstor Soria
Por un 12 de octubre con memoria y
reclamos de justicia.
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