Hola amigos



En este espacio diré algunas cosas mías y ustedes después de leerlas o escucharlas, pueden comentarlas. Es un lindo modo de lenguajear. Un abrazo. Néstor Soria


domingo, 20 de noviembre de 2011

Retratos de familia


ARRULLO POR VALENTINA BORDÓN
                                                                        Néstor Soria

En los brazos, dos ríos con su arcilla en descanso,
entroncadas las manos en vaída pollera
Valentina dormita en lo umbroso del palto
y es un lienzo pintado a tras luz de la siesta.

Un pañuelo de lino le encollara los hombros,
le dibuja la curva de su espalda indecisa.
Canta el ave y un cielo que es manta celeste
se la lleva muy alto a soñar con el clima.
El sopor que la embarga vaporoso a coyuyos
le invalida los ojos, le fomenta un respiro
y de pronto la asalta suave dejo de infancia,
se acurruca a su padre, sin marido y sin hijos.

Se recuerda la niña de rodillas raspadas
y también esa moza que inspiró las endechas,
aquel sí dicho a medias al Oscar Ceferiano 
Madrigal, de pinceles, de colores y letras.
Pero el tiempo es finito, lo trasunta su pelo
que es de cuarzo llovido por antiguas tormentas
y un derrumbe de siglos va en su rostro criollo
aunque un sol remansado le prodigue la siesta.

Si pudiera señora, como Santa, dormida,
aventar su retiro con mi verso, bajito,
a lo umbroso del palto volvería la vida
remojada la arcilla de sus brazos de ríos.

(Poema musicalizado por Mario Díaz, con pulso de canción)



Francisca Valentina Bordón nació del matrimonio de Isabel Gómez y  Cruz Bordón, el 11 de marzo de 1925 en el pueblo de Medinas, al sur de la provincia de Tucumán. Al morir su madre, muy joven, se hizo cargo de la crianza de sus pequeños hermanos, Roberto, Alberto y Enrique.
La infancia y adolescencia de ‘Tina’, cariñoso diminutivo familiar, fueron de extrema pobreza. Alguna vez les contó a sus allegados que para poder subsistir debía ayudarlo a su padre en los quehaceres del campo. Así la vieron veranos e inviernos con sus inclemencias, cosechando y sembrando entre los surcos, las más de las veces con su cuerpito embarrado y aterida de frío.
Convertida en una mujercita, cierto día Valentina decidió buscar una vida mejor. Es por eso que se arrima a la ciudad de San Miguel y consigue emplearse como doméstica, única tarea de la que sabía algo.
Y en esa situación es que la conoce Oscar Madrigal. Las compras diarias que ‘Tina’ realizaba en el Mercado del Norte, eran por encargo de sus patrones.

'Madrigal ya cumplió 36 años. Su vida hasta hoy disoluta y relajada está intentando corregir el rumbo. Es que desde hace unos días ve pasar por la puerta de su taller, asiendo una bolsa de mandados, a una espigada morena que lo inquieta. Quién es ella se pregunta, mientras sus manos estrujan nerviosas el mameluco blanco, prenda manchada de tantos colores como su usada paleta.'

No sabemos si Madrigal usó sus ‘artes donjuanescas’ para atraer a ‘Tina’ o si ambos se flecharon. Pero quienes conocieron al pintor y observaron su diestro manejo de los asuntos con las féminas, no tienen dudas de que esta vez desplegó toda su ‘artillería’.







Cuenta Hermelinda Gómez, prima hermana y amiga de salidas de Valentina, que un fin de semana ella le confesó estar saliendo con un morocho llamado Oscar;  que esa noche vendría a buscarlas a ambas para ir a bailar. Al llegar la hora prefijada, recuerda que de un lujoso coche a caballo descendió Madrigal luciendo un impecable traje blanco y con gestos caballerescos, las invitó a subir. También comenta que antes de encaminarse al baile, al  Parque de grandes espectáculos, el auriga los hizo pasear por el centenario parque 9 de Julio.
Así comenzó la relación que poco tiempo después, 1949, se transformó en el matrimonio Madrigal-Bordón.


El primer domicilio de la pareja estuvo en la calle gobernador Celedonio Gutiérrez 1ª cuadra. Allí le nacieron dos hijas: Matilde Isabel, el 14 de Julio de 1950 y Ana Lía, el 12 de mayo de 1954; pequeñas que fueron bautizadas en la iglesia Nuestra Señora del Carmen, en plena Villa 9 de Julio.
 Ni bien sus hijos comenzaron a balbucear las primeras palabras y endurecieron sus pasos, doña Tina se inscribió en una academia de Buenos Aires - Academia Teniente - desde donde por correo comenzaron a enviarle, paso a paso, las lecciones que la instruyeron en el arte de, trazar moldes, cortar telas y realizar costuras; enseñanza por la que recibió, el 18 de abril de 1958, su título de Profesora de corte y confección.

Este aprendizaje le valió para coser la ropa y los disfraces de sus niñas.
Pero no se conformó con hacerse de un oficio. Aprovechando que la casa tenía un salón en el costado, cierto día le dijo a su marido que ella abriría una despensa. Madrigal, lejos de argumentar palabra en contra, se puso a organizar para el día de apertura del emprendimiento,  lo que a él más le gustaba: El show popular.

De memoria alguien cuenta:   

-Granja ‘La pequeña’ -de un poquito para todos-  abrió en 1961. Era un negocio muy surtido que vendía desde helados hasta vestidos; desde agujas hasta pollos y perfumes.
La inauguración fue algo único y sorprendente para el barrio. Oscar Madrigal
hizo extender una pantalla que cubría todo el ancho de la calle Bolivia y llevó a un amigo suyo, quien proyectó películas de acción y las aventuras de Tarzán. Para que los vecinos se sintieran cómodos, en la vereda distribuyó mesas redondas con sillas, todo adquirido en un remate de un bar cerrado en el parque 9 de Julio. Contrató a ‘Avelino y su conjunto’ y para finalizar ofreció un espectáculo de fuegos artificiales. La gente se agolpó en esa calle desde la Monteagudo hasta la Balcarce.
Granja ‘La pequeña’ funcionó durante 10 años.

Oscar Madrigal falleció el 30 de septiembre de 1984, a los 71 años.
El hijo menor del matrimonio Madrigal-Bordón, Rodolfo Oscar,  fue pintor letrista como su padre murió el 14 de febrero de 1993. 
Francisca Valentina Bordón de Madrigal nos dejó el 27 de febrero de 1996.


3 comentarios:

  1. Que hermoso recuerdo mi abuela era mi imagen de una mujer luchadora fuerte inteligente decidida , Una abuela con gran corazon oculto pero demostrativa a la hora de la verdad...¡ como la extraño mucho ! Vivíana Madrigal

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  2. Que hermoso poema y bonita canción!!!! Quedé absorta ante la clara descripción de doña Tina , me hicieron viajar en el tiempo , mientras recorría con gran emoción lugares, personas a las que aprecio mucho y sobre todo recordando a dos seres extraordinarios como el matrimonio Madrigal que fueron muy hospitalarios conmigo . Me emocionaron .Gracias!!!!

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    1. Estimado ante todo gracias, me gustaría saber quién sos, yo soy Ana Lía Madrigal. Gracias por tus palabras.

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