Hola amigos



En este espacio diré algunas cosas mías y ustedes después de leerlas o escucharlas, pueden comentarlas. Es un lindo modo de lenguajear. Un abrazo. Néstor Soria


martes, 31 de julio de 2012

EVOCACIÓN POR PACHAMAMA EN EL 01 DE AGOSTO DE 2012


                       
                                                                                           01 de Agosto de 2012      

          EVOCACIÓN POR PACHAMAMA

                                                                                               
                                                     Por: Néstor Soria  

¡PACHAMAMA, CUSILLA, CUSILLA, expresa una imploración Suramericana dirigida a la madre del cosmos.
Son palabras surgidas de la boca originaria; de gente que se sabe parte de la tierra donde suceden sus días, es decir, de aquella que se siente un minúsculo terrón de greda, de piedra, de arena remolida por el abuelo viento, trashumador de semillas, de pájaros, de suspiros enancados al joy joy.
Y esa súplica de tono sumiso pero cargada de fe, sobrevuela los sembradíos, los corrales, la urdimbre que atavia a los telares, la magra mesa de los pastores de rostros macilentos. También el cuarterío de la copla que se queja, más que canta.

Amaicha del Valle, pueblo propicio para la ofrenda, alza esta plegaria y quiebra su frente de casta originaria mientras mordisquea un rezo. Entonces, en un huaico abierto a pura mano, dispersará sus ofrendas  húmedas de chicha, de coca y aguardiente.






UNA CHARLA CON LOS MÁS JÓVENES       

Ustedes nacieron cuando el valle ya estaba en calma. Sus ancestros, salvajemente muertos, otros perseguidos o cientos de ellos cautivos y extrañados a sitios desconocidos e insalubres, habían mostrado un inquebrantable coraje y de tanto persistir en sus reclamos, obligaron a un rey lejano a devolverles sus propiedades comunitarias. Ahí está la CÉDULA REAL como documento.
Esa lucha estuvo movida por un solo espíritu: PACHAMAMA, señora del mundo andino, del orbe montañés, ordenadora de la vida y la dignidad humana.        

Y, pregunto:

¿PACHAMAMA, está hoy en el sentir de los jóvenes amaicheños?
¿Precisan ellos de su bondad matriarcal?
¿Suelen hacer una oblación cotidiana a su condición sagrada, cuando la luz matinal les ilumina la cara?

No puedo responder por boca ajena.

Esta secular divinidad necesita escuchar, de cada uno, el pedido sincero de intervención en todos los asuntos cotidianos, a la vez, la promesa unipersonal de cuidarla y vivir con ella y por ella.

Soy un tucumano que en su juventud buscó el abrigo de este ser místico, regidor de la vida humana, de animales y del paisaje de árboles y yuyarales cerreños.
A ella me encomendé cuando las sendas de altura se quebraban en hondonadas sin fin.
Ante la presencia de toda pircada apacheta detuve el tranco de un sillonero o de una mula, para rendir culto a quien protegía mis viajes.
Y comportándome así, nunca me sentí abandonado por la mamita pacha.

Entonces, vuelvo a preguntar:
¿Precisan los jóvenes de ella?...
¿La tienen presente durante todo el año?...
¿La protegen?  

O es que un 1º de agosto basta para recordarla, para salir a sanar las heridas que le infligen los desaprensivos, los desamorados que la entregan por sucias monedas, dinero que jamás lavará sus vergüenzas ni comprará el perdón que los enmiende.

Aquí, en las cercanías, el diablo del cianuro ya envenena su vientre, entonces ella, sin quererlo, deja correr por sus acuíferas venas un torrente de muerte. 
Las viñas comienzan a mustiar sus sarmientos; los labrantíos se hacen surcos de hedor; las osamentas de llamas, caballos y pumas, se verán brillar al reflejo de Tata Inti, como fuegos fatuos.
Y al final ¿qué será del hombre?; boquiabierto mirará la escena mientras se va consumiendo en cuerpo y esperanzas, o sea, por dentro y por fuera.
Detener eso es proteger la vida de humanos y la permanencia pura de este valle milenario que Pachamama les dio para que lo habiten.

No crean que al mudarse a las ciudades, por estudios, por trabajos o por mayor bienestar, ya no son responsables de lo que aquí ocurra. No. La cultura y la identidad van con ustedes. Jamás dejarán de ser amaicheños, aunque se tiñan el pelo, se tapen la cara, aprendan a hablar en inglés o se llamen a silencio. La conciencia los morderá siempre porque eso va en la sangre y mientras ella circule dentro de cada uno, se sublevará aunque quieran apaciguarla.

Un párrafo especial merece la defensa de vuestra música. Ustedes pueden y deben sumar expresiones foráneas a la música que los identifica. Las culturas que se cierran en sí misma, desaparecen. Pero tengan cuidado con el avance desmedido y contaminante de eso, pues disimuladamente los medios de comunicación han  iniciado, hace ya tiempo, una campaña de desvalorización de las culturas de los pueblos suramericanos. De este modo buscan terminar con la identidad que los hace fuertes –y libres-. Sostengan muy alto el canto de las copleras, el pulso fibroso de las bagualas, el ay llorisqueao de las vidalas. Atahualpa Yupanqui decía que quería tener a la luna por caja. 
    USTEDES VUÉLVANLA LUNA A LA CAJA.       


Deben saber que la lucha es desigual. El enemigo es el poder y no cejará en intentar vencerlos. Pero ustedes tienen un arma infalible, una coraza que detiene golpes y balas, un aliado que sobrepasa toda línea policial. Se llama suelo. Pero no hablo del suelo que se pisa, sino del que deben llevar en el corazón, ese que sabe a familia, a amigos, a compañeros, a vecinos. En él, queridos jóvenes, está Pachamama. Encomiéndense a ella y ¡LUCHEN 

 De mi parte les doy una noticia: en el mes de octubre de 2002 hice un trabajo que sirvió para declarar:

OBRA MAESTRA DEL PATRIMONIO ORAL E INTANGIBLE DE LA PROVINCIA DE TUCUMÁN AL RITO CELEBRATORIO DE LA PACHAMAMA EN AMAICHA DEL VALLE, el día 1º de agosto y los días de festejos del carnaval.
Decreto 2.113/3 – ST, firmado por el gobernador y funcionarios de entonces. Reclamen su validez ya que está en el Registro Oficial de Leyes y Decretos y publicado en el Boletín Oficial de esa fecha.

HALLALLA, AMAICHA DEL VALLE. HALLALLA, MIS AMIGOS.                 

            



Trampero y monte
              Canción            Letra : Néstor Soria
                                                                  Música: Mario Díaz

Rama de verde hechura / brazos que abre la tierra
cuando amanece el monte / trinar de nidos se despereza.

Brilla en su traje el tordo, /  el cardenal despierta
y una bumbuna arisca / cortando el aire es pluma que vuela.

Por la senda tapada, /  saitilla y sunchos secos
como animal del diablo / sin mover yuyos llega el trampero.

Viene a callar el canto, / viene a truncar el vuelo
y una prisión de palo / lleva en sus manos  el traicionero.
 
No le quites trampero
el alma al viento,
al monte y al cielo.

Susto que da el encierro / saltito tembloroso,
se ve por la rendija / como aletea un plumaje hermoso.

Y en el mercado sucio, / para que gocen otros
lo venderán cautivo / mientras su trino muere de a poco.

No le quites trampero
el alma al viento,
al monte y al cielo.

Dónde te harán la tumba / dónde echarán tus huesos
si el monte no te quiere / como tampoco te quiere el cielo
y casi un alma en pena / haz de sufrir trampero
muerte de nos estar muerto / con tantas muertes que estás debiendo.

No le quites trampero
el alma al viento,
al monte y al cielo.